Buenos dᅵas, tristeza
El frenᅵtico es Mᅵchel, no Mourinho, al que arrebatᅵ todas las propiedades que habᅵan distinguido al Madrid, incapaz de reconocerse en el campeᅵn, sin energᅵa y sin pegada. Tambiᅵn sin juego, pero no siempre lo necesitᅵ para marcar. Mientras se preguntaba por la tristeza de Cristiano, el Madrid ha dejado de cuestionarse sobre todo lo demᅵs, acerca de sᅵntomas preocupantes que ya habᅵa mostrado en el arranque de la temporada y sobre los que habᅵa advertido su entrenador en cada comparecencia. Pero lo importante no era eso, lo importante era descubrir quᅵ le sucedᅵa a su primadona.

A ocho puntos de un Barcelona que juega, gana y se administra, parapetado ya por un escudo, un abismo en la tabla, al campeᅵn le urge corregir cuestiones que tienen que ver con lo fᅵsico y lo mental, con lo tᅵctico y hasta con el acierto. En todo, su apariciᅵn en el campeonato no supera el aprobado. Sufriᅵ su tercer gol a balᅵn parado, un dᅵficit alarmante, y lo hizo en los primeros minutos, en los que su entrada en el partido, hipotenso, fue incomparable a la de su oponente. La ansiedad lo atrapᅵ hasta el extremo de ponerlo en riesgo de inferioridad, por una acciᅵn de Di Marᅵa que no seᅵalᅵ el colegiado, lo llevᅵ hasta la descomposiciᅵn tᅵctica y no le permitiᅵ siquiera proponer un final extremo al Sevilla. Fue irreconocible.
La baja forma de algunos de sus jugadores, incluido Cristiano, pero especialmente ᅵzil, Di Marᅵa o Benzema, lo disminuyᅵ en su capacidad de amedrentar al rival. Es posible que su preparaciᅵn haya sido ideada con el objetivo de alcanzar en plenitud el desenlace de la Champions, la prioridad de Mourinho, pero el sorteo le ha deparado una entrada en la competiciᅵn preocupante, dados los antecedentes en la Liga. La visita del Manchester City, el martes, se presenta, pues, como una prueba de vida.
Corresponde, al margen del Madrid, hablar de Mᅵchel, que consigue su primera victoria como entrenador frente al equipo de su vida. El Sevilla mostrᅵ virtudes de sus mejores tiempos, con un altᅵsimo ritmo de juego, la agresividad necesaria, jugadas de estrategia muy trabajadas, como en el gol, y una disciplina defensiva pensada para evitar las contras del Madrid. Interesantes propiedades conseguidas por un entrenador al que a menudo se ha calificado de laxo. Mᅵchel estᅵ, por primera vez y despuᅵs de una pretemporada, desde el principio, ante un proyecto con el que por fin podremos conocer cuᅵles son sus propᅵsitos y verdaderas condiciones como tᅵcnico. Pasiᅵn por el juego y conocimientos nunca le faltaron. Ahora tampoco jugadores.